El 21 de junio procedieron a llenar de agua y poner en marcha la fuente de la Plaza Mediterránia, tras estar algún año vacía, dicen, consecuencia de la sequía. Sin embargo, se procedió al llenado sin limpiar los restos acumulados durante esos años que estuvo vacía en los que nunca se procedió a limpiarla. El llenado se llevó a cabo manteniendo el polvo, tierra, bolsas de basura, hojas, preservativos, animales muertos y demás despojos que reposaban en su fondo. Y ahí siguen a día de hoy, dando una imagen penosa y convirtiéndose en un foco de insalubridad.
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