

Una ordenanza municipal debe ser justa y eficaz, pero nuestro equipo de gobierno se empeña en ideologizarlo todo llevando las ordenanzas casi al ridículo.
La Ordenanza de sobre Convivencia y Civismo dice cosas como que "la iluminación pública debe estar concebida con perspectiva de género", ¿cuando pase una mujer color rosa y al pasar un hombre color azul? o que "la ciudadanía de Viladecans debe respetar los Derechos Humanos", ¿cómo, de verdad?, eso debe ser así con o sin ordenanza, no porque lo diga una normativa local.
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